Por Iñaki Estívaliz
San Juan, 1 ago (INS).- La heroína nacionalista Lolita Lebrón, quien murió hoy a los 89 años de edad, era una devota creyente católica dotada de una profunda espiritualidad cercana al misticismo.
El artista multidisciplinar Heriberto González rememoró hoy a Inter News Service (INS) un episodio representativo de la religiosidad de Lebrón que al también músico le quedó marcado para siempre.
Lebrón, junto a Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero, que habían asaltado el Congreso de EEUU en 1954, acababan de llegar a Puerto Rico en 1979 tras ser indultados por el presidente Jimmy Carter después de permanecer 25 años encarcelados.
El poeta Francisco Matos Paoli (Lares, 1915-San Juan, 2000) organizó a los liberados un recibimiento en su casa de Río Piedras.
Sobre el techo de la vivienda, “con la luna como candileja”, se representó una adaptación teatral de la obra Canto de la Locura, con Zorayda Barreto y Coqui González, entre otros, como actores y con Carlos Bedolla, Myrna Oliver y Heriberto González como músicos.
La mayoría de los asistentes “eran personas muy religiosas, además de que se conoce que Matos Paoli era practicante de la "fe espírica", como él la llamaba”, recuerda González.
Le regalaron a Lebrón “un ramo de rosas espectacular, que hubiera sido la envidia de cualquier mujer, eran docenas y docenas de rosas rojas”.
La luchadora por la independencia de Puerto Rico comenzó entonces a desojar los pétalos y los fue acercando, de uno en uno, a la boca de los presentes, como si fueran obleas (ostias).
“Fue como un ritual de comunión. Veíamos a Lolita como una alta sacerdotisa en trance místico, como en cámara lenta, fue una cosa bien hermosa, tenía el pelo muy blanco que bajo la luna llena se teñía de azul, contrastando con el rojo intenso de los pétalos”, rememoró González a INS.
Lebrón, afectada por la muerte de sus hijos y otros familiares mientras estuvo en prisión, nunca ocultó su fervor religioso.
En una de las últimas entrevistas que concedió en su residencia de Guaynabo, Lebrón invitó al periodista al santuario de estampas e imágenes religiosas en una habitación donde pasaba las horas tejiendo y rezando por los jóvenes puertorriqueños.
También mostró un grueso volumen de hojas con anotaciones en el que preparaba un libro que quería publicar antes de morir con las “revelaciones” que Dios le había hecho durante sus años de cautiverio.
Uno de sus compañeros de asalto, Cancel Miranda, aseguró hoy que Lolita “no morirá nunca”. INS
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Aquí seguro que no vas a encontrar un empleo, pero además de tenerlo claro, podrás perder algo del tiempo que te sobra
jueves, 19 de agosto de 2010
Lolita Lebrón
Lolita Lebrón abogó por la lucha por la independencia sin violencia en una de sus últimas entrevistas
Por Iñaki Estívaliz/Inter News Service
San Juan, 1 ago (INS).- La líder nacionalista Lolita Lebrón, quien murió hoy a los 89 años de edad y que cumplió 25 años de prisión por participar en un asalto al Congreso de los EEUU en 1954, mantuvo hasta sus últimos años de vida la esperanza de ver a Puerto Rico independiente, pero usando un mensaje de rechazo a la violencia.
En una de las últimas entrevistas que concedió, el 22 de septiembre de 2006, Lebrón apostó porque los independentistas conmemorarían de forma “ordenada y sin violencia” al día siguiente la significativa fecha conocida como el Grito de Lares, que aquel año coincidía con el primer aniversario de la muerte a manos del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) de Filiberto Ojeda Ríos, comandante del Ejército Popular Boricua-Macheteros.
La única mujer entre los cuatro independentistas que el 1 de marzo de 1954 irrumpieron a tiros en el Congreso de Estados Unidos e hirieron de bala a tres legisladores aseguró entonces que “mañana vamos como somos, gente decente, ordenada y que no quiere la violencia. La colonia es la violencia”.
En el Grito de Lares se conmemora el levantamiento armado contra España en 1868 y el año 2005, durante la celebración, agentes del FBI atacaron la residencia clandestina en Hormigueros del izquierdista Ojeda Ríos, de 72 años y uno de 10 los fugitivos más buscados por EEUU hasta entonces. “Nosotros vamos a cumplir con nuestro deber y a renovar nuestros votos por la liberación nacional del pueblo de Puerto Rico”, insistió la nacionalista en su casa de Guaynabo, donde colgaban fotografías suyas de su juventud, en la que exhibía una belleza arrebatadora de actriz de cine.
En una de las habitaciones había levantado una especie de santuario católico donde todos los días oraba por la juventud puertorriqueña. “Nuestra estrategia liberadora es una estrategia de paz”, aseguró Lebrón, quien cumplió en prisión “25 años, seis meses y nueve días” hasta que fue indultada en 1979 junto a Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero por el presidente Jimmy Carter como secuela de una intensa campaña internacional.
La nacionalista puertorriqueña indicó que en Lares “se forjó la cuna de nuestra patria” y dijo que ciertas “visitas” del FBI a casas de independentistas y el “asesinato” de Ojeda Ríos tuvieron la intención de “meterle más miedo al pueblo, pero los que somos fieles a la causa estaremos allí”. “No soy una revolucionaria de ir a matar a nadie, yo creo en la paz, yo creo que podemos hacernos libres y que nos vamos a hacer libres sin necesidad de hacer una revolución armada”, subrayó.
“No estamos arrepentidos (de los actos armados), estamos contentos, pero desde mi perspectiva, creo que no debemos ahora hacer esa estrategia sino tener otra para el momento que vivimos ahora en el siglo XXI”, añadió. Defendió el derecho de soberanía de todos los pueblos y que “la colonia está ya en agonía”, pues el gobierno local, entonces con Aníbal Acevedo Vilá como gobernador, está “entregado a un imperio” mientras crecen “la corrupción y el desorden”.
Que se sepa hasta el momento, Lebrón no pudo cumplir uno de sus últimos sueños, que le dio energías y fuerza para sobrevivir sus últimos años: hacer público un libro en el que había escrito las “revelaciones” que Dios le habría hecho en la cárcel y en el que, entre otras cosas, le pretendía explicar al ex presidente de EEUU, George W. Bush, “lo que es terrorismo”. “La violencia hay que borrarla de la faz de la tierra… toda, la institucionalizada y todas las demás. No es que yo no tire una piedra, yo no debo tirar la piedra, pero nadie debe tirar en absoluto nada contra nadie”, pensaba.
Criticó que en el último informe de la Casa Blanca sobre el estatus político de Puerto Rico se afirmara que EEUU puede ceder la isla a cualquier otro país “como si fuéramos cerdos”, lo que supone un abuso a la dignidad: “nadie nos puede entregar a nosotros a nadie”. Su fe le sirvió para sobrevivir a la pérdida de “todos mis hijos”: “a un mes del asalto al Congreso murió ahogado mi hijo de once años y mi madre murió desgarrada”.
Lebrón concedió en exclusiva aquella entrevista a cambio de que se mencionara su “agradecimiento eterno” al grupo de unas cuarenta “madrecitas” que la cuidaron durante su recuperación de un ataque al corazón y una embolia pulmonar, a Brunilda García y al Hospital El Maestro de Hato Rey, entre otros.
Por Iñaki Estívaliz/Inter News Service
San Juan, 1 ago (INS).- La líder nacionalista Lolita Lebrón, quien murió hoy a los 89 años de edad y que cumplió 25 años de prisión por participar en un asalto al Congreso de los EEUU en 1954, mantuvo hasta sus últimos años de vida la esperanza de ver a Puerto Rico independiente, pero usando un mensaje de rechazo a la violencia.
En una de las últimas entrevistas que concedió, el 22 de septiembre de 2006, Lebrón apostó porque los independentistas conmemorarían de forma “ordenada y sin violencia” al día siguiente la significativa fecha conocida como el Grito de Lares, que aquel año coincidía con el primer aniversario de la muerte a manos del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) de Filiberto Ojeda Ríos, comandante del Ejército Popular Boricua-Macheteros.
La única mujer entre los cuatro independentistas que el 1 de marzo de 1954 irrumpieron a tiros en el Congreso de Estados Unidos e hirieron de bala a tres legisladores aseguró entonces que “mañana vamos como somos, gente decente, ordenada y que no quiere la violencia. La colonia es la violencia”.
En el Grito de Lares se conmemora el levantamiento armado contra España en 1868 y el año 2005, durante la celebración, agentes del FBI atacaron la residencia clandestina en Hormigueros del izquierdista Ojeda Ríos, de 72 años y uno de 10 los fugitivos más buscados por EEUU hasta entonces. “Nosotros vamos a cumplir con nuestro deber y a renovar nuestros votos por la liberación nacional del pueblo de Puerto Rico”, insistió la nacionalista en su casa de Guaynabo, donde colgaban fotografías suyas de su juventud, en la que exhibía una belleza arrebatadora de actriz de cine.
En una de las habitaciones había levantado una especie de santuario católico donde todos los días oraba por la juventud puertorriqueña. “Nuestra estrategia liberadora es una estrategia de paz”, aseguró Lebrón, quien cumplió en prisión “25 años, seis meses y nueve días” hasta que fue indultada en 1979 junto a Rafael Cancel Miranda, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero por el presidente Jimmy Carter como secuela de una intensa campaña internacional.
La nacionalista puertorriqueña indicó que en Lares “se forjó la cuna de nuestra patria” y dijo que ciertas “visitas” del FBI a casas de independentistas y el “asesinato” de Ojeda Ríos tuvieron la intención de “meterle más miedo al pueblo, pero los que somos fieles a la causa estaremos allí”. “No soy una revolucionaria de ir a matar a nadie, yo creo en la paz, yo creo que podemos hacernos libres y que nos vamos a hacer libres sin necesidad de hacer una revolución armada”, subrayó.
“No estamos arrepentidos (de los actos armados), estamos contentos, pero desde mi perspectiva, creo que no debemos ahora hacer esa estrategia sino tener otra para el momento que vivimos ahora en el siglo XXI”, añadió. Defendió el derecho de soberanía de todos los pueblos y que “la colonia está ya en agonía”, pues el gobierno local, entonces con Aníbal Acevedo Vilá como gobernador, está “entregado a un imperio” mientras crecen “la corrupción y el desorden”.
Que se sepa hasta el momento, Lebrón no pudo cumplir uno de sus últimos sueños, que le dio energías y fuerza para sobrevivir sus últimos años: hacer público un libro en el que había escrito las “revelaciones” que Dios le habría hecho en la cárcel y en el que, entre otras cosas, le pretendía explicar al ex presidente de EEUU, George W. Bush, “lo que es terrorismo”. “La violencia hay que borrarla de la faz de la tierra… toda, la institucionalizada y todas las demás. No es que yo no tire una piedra, yo no debo tirar la piedra, pero nadie debe tirar en absoluto nada contra nadie”, pensaba.
Criticó que en el último informe de la Casa Blanca sobre el estatus político de Puerto Rico se afirmara que EEUU puede ceder la isla a cualquier otro país “como si fuéramos cerdos”, lo que supone un abuso a la dignidad: “nadie nos puede entregar a nosotros a nadie”. Su fe le sirvió para sobrevivir a la pérdida de “todos mis hijos”: “a un mes del asalto al Congreso murió ahogado mi hijo de once años y mi madre murió desgarrada”.
Lebrón concedió en exclusiva aquella entrevista a cambio de que se mencionara su “agradecimiento eterno” al grupo de unas cuarenta “madrecitas” que la cuidaron durante su recuperación de un ataque al corazón y una embolia pulmonar, a Brunilda García y al Hospital El Maestro de Hato Rey, entre otros.
Semen de pulpo
14 Julio 2010
Semen de pulpo en la tecnología celular
Nokia experimenta con ese material para construir las pantallas de sus teléfonos "inteligentes"
Por Iñaki Estívaliz / INS
Los consumidores de telefonía son cada día más exigentes, tienen nuevas necesidades y las compañías de telecomunicaciones se afanan por ser las primeras en ofrecer productos y servicios de avanzada experimentando con inéditas tecnologías y extraños materiales, como el semen de pulpo.
La compañía que, con un 39% del mercado, más teléfonos celulares vende en el mundo, Nokia, decidió hace dos años cambiar su filosofía empresarial para pasar de ser una mera "fábrica de teléfonos" a "ofrecer soluciones" a un consumidor que "ha cambiado" con el desarrollo de los "smart phones (teléfonos inteligentes)", que ya son "computadoras móviles" donde se integran el celular e internet, el trabajo, la música y los juegos, en un sólo aparato y con pantalla táctil.
El gerente general de Nokia para Centroamérica y el Caribe, Martín Chirotarrab, explicó hoy a INS que dentro de cinco años los teléfonos celulares serán una puerta a la realidad virtual, tendrán "displays (visualizadores)" flexibles y estarán fabricados con materiales que todavía están en proceso de experimentación, como el "semen de pulpo", que es "muy resistente, flexible y con recordación", que vuelve a su forma original después de haber adoptado otra a conveniencia.
Con su cambio de filosofía empresarial que doptó hace dos años, Nokia comenzó a prepararse para la "explosión" de los "teléfonos inteligentes" que se produjo el año pasado: "tenía que crear soluciones, teníamos que adaptarnos y adelantarnos a la nueva necesidad del consumidor", explica Chirotarrab, quien asegura que los "smart phones" han mejorado "la calidad de vida del consumidor".
La revolución de los teléfonos inteligentes se produjo a pesar de la recesión económica mundial: "en el peor semestre de la crisis, a principios de 2009, la industria creció un 12 por ciento", indica Chirotarrab, quien explica que ya se ven indicadores de que "estamos saliendo de la crisis" tras un periodo en el que "el mercado ha cambiado, los competidores son distintos, el ambiente es distinto", "ahora se venden menos teléfonos pero se consumen más datos", lo que supone "nuevos desafíos" para Nokia.
Pero antes de que los celulares estén fabricados con esperma de cefalópodo, Nokia lanza al mercado puertorriqueño, "el boricua es un consumidor voraz y Puerto Rico es un mercado clave, maduro pero en crecimiento", el N5230, que costará unos 90 dólares y con el que pretende "llevar el smart phone a las masas".
En colaboración con Claro, Nokia presenta también en Puerto Rico el Ovi Store, plataforma de adquisición de diversas aplicaciones que cubren desde el entretenimiento hasta las más serias herramientas de trabajo. "Es un servicio que convierte la unidad móvil en un dispositivo que aprovecha al máximo la Internet. Esto responde a la realidad de que la mayoría de los usuarios utilizan el teléfono no tanto para hablar, sino para transmitir datos y navegar la Internet”, insiste Chirotarrab.
Nokia apuesta por "una máxima conectividad, conveniencia y personalización" a través de los tres principales productos de su plataforma de telefonía móvil": la Ovi Store, Nokia Messaging (servicio de mensajería) y Ovi Maps, servicio con capacidades de navegación A-GPS que ofrece imágenes aéreas, puntos de interés en 3D y navegación guiada por voz a más de 70 países, con mapas del terreno para navegar a pie o en automóvil.
La Ovi Store de Nokia promete acceso fácil a aplicaciones, juegos, videos, podcasts, herramientas de productividad, servicios Web, servicios basados en tecnologías de localización y mucho más. El servicio brinda contenidos de pago y gratuitos, elaborados por una gama de proveedores y desarrolladores tanto globales como locales, entre ellos Paramount Pictures, Facebook y Qik, así como una selección de aplicaciones Twitter.
Semen de pulpo en la tecnología celular
Nokia experimenta con ese material para construir las pantallas de sus teléfonos "inteligentes"
Por Iñaki Estívaliz / INS
Los consumidores de telefonía son cada día más exigentes, tienen nuevas necesidades y las compañías de telecomunicaciones se afanan por ser las primeras en ofrecer productos y servicios de avanzada experimentando con inéditas tecnologías y extraños materiales, como el semen de pulpo.
La compañía que, con un 39% del mercado, más teléfonos celulares vende en el mundo, Nokia, decidió hace dos años cambiar su filosofía empresarial para pasar de ser una mera "fábrica de teléfonos" a "ofrecer soluciones" a un consumidor que "ha cambiado" con el desarrollo de los "smart phones (teléfonos inteligentes)", que ya son "computadoras móviles" donde se integran el celular e internet, el trabajo, la música y los juegos, en un sólo aparato y con pantalla táctil.
El gerente general de Nokia para Centroamérica y el Caribe, Martín Chirotarrab, explicó hoy a INS que dentro de cinco años los teléfonos celulares serán una puerta a la realidad virtual, tendrán "displays (visualizadores)" flexibles y estarán fabricados con materiales que todavía están en proceso de experimentación, como el "semen de pulpo", que es "muy resistente, flexible y con recordación", que vuelve a su forma original después de haber adoptado otra a conveniencia.
Con su cambio de filosofía empresarial que doptó hace dos años, Nokia comenzó a prepararse para la "explosión" de los "teléfonos inteligentes" que se produjo el año pasado: "tenía que crear soluciones, teníamos que adaptarnos y adelantarnos a la nueva necesidad del consumidor", explica Chirotarrab, quien asegura que los "smart phones" han mejorado "la calidad de vida del consumidor".
La revolución de los teléfonos inteligentes se produjo a pesar de la recesión económica mundial: "en el peor semestre de la crisis, a principios de 2009, la industria creció un 12 por ciento", indica Chirotarrab, quien explica que ya se ven indicadores de que "estamos saliendo de la crisis" tras un periodo en el que "el mercado ha cambiado, los competidores son distintos, el ambiente es distinto", "ahora se venden menos teléfonos pero se consumen más datos", lo que supone "nuevos desafíos" para Nokia.
Pero antes de que los celulares estén fabricados con esperma de cefalópodo, Nokia lanza al mercado puertorriqueño, "el boricua es un consumidor voraz y Puerto Rico es un mercado clave, maduro pero en crecimiento", el N5230, que costará unos 90 dólares y con el que pretende "llevar el smart phone a las masas".
En colaboración con Claro, Nokia presenta también en Puerto Rico el Ovi Store, plataforma de adquisición de diversas aplicaciones que cubren desde el entretenimiento hasta las más serias herramientas de trabajo. "Es un servicio que convierte la unidad móvil en un dispositivo que aprovecha al máximo la Internet. Esto responde a la realidad de que la mayoría de los usuarios utilizan el teléfono no tanto para hablar, sino para transmitir datos y navegar la Internet”, insiste Chirotarrab.
Nokia apuesta por "una máxima conectividad, conveniencia y personalización" a través de los tres principales productos de su plataforma de telefonía móvil": la Ovi Store, Nokia Messaging (servicio de mensajería) y Ovi Maps, servicio con capacidades de navegación A-GPS que ofrece imágenes aéreas, puntos de interés en 3D y navegación guiada por voz a más de 70 países, con mapas del terreno para navegar a pie o en automóvil.
La Ovi Store de Nokia promete acceso fácil a aplicaciones, juegos, videos, podcasts, herramientas de productividad, servicios Web, servicios basados en tecnologías de localización y mucho más. El servicio brinda contenidos de pago y gratuitos, elaborados por una gama de proveedores y desarrolladores tanto globales como locales, entre ellos Paramount Pictures, Facebook y Qik, así como una selección de aplicaciones Twitter.
Loíza
Jueyes contra el crimen
Apuestan a la gastronomía para sanar a Loíza
Por Iñaki Estívaliz / Inter News Service
Loíza - La criminalidad se está comiendo en un festín sangriento a la juventud del pueblo de Loíza y para remediarlo, a unos pocos cientos de metros del tristemente conocido como “el cementerio de los jóvenes”, los miembros de la Iglesia Bautista de Medianía Alta proponen otro banquete, más sano, sabroso y nutritivo, de platos típicos confeccionados con jueyes.
Cada mes de julio, desde que hace 37 años la ahora octogenaria Enma Carrasquillo comenzara la tradición, la Iglesia Bautista celebra su gran jueyada popular para recaudar fondos para el mantenimiento de las instalaciones de la iglesia y para prestar servicios a la comunidad loizeña.
“Esta es una iglesia que se distingue por dar servicios a la comunidad”, defiende Modesta Irizarry, quien asegura que el objetivo principal de la jueyada, que atrae entre sábado y domingo a unas 2.000 personas, incluso turistas de EEUU o Colombia, que llegan expresamente para el ágape, es “ayudar a la comunidad en la problemática social del pueblo”.
La coordinadora de la actividad, Mayra Álvarez, anhela “que en Loíza volviera la relación de familia que siempre hubo. Antes, todo el mundo era familia. Esa relación se ha roto, por eso queremos llevar un mensaje de restauración y reconciliación, que vuelva la paz que por muchos años hubo”.
Para ello, ofrecen asesorías y conferencias a los jóvenes, realizan talleres de autoestima, de deportes y hasta de belleza, pero “con un enfoque cristiano”, matiza Álvarez, quien explica que también se ayuda económicamente a los más necesitados.
Este domingo, en un ambiente familiar, varios centenares de personas, entre ellas numerosos jóvenes y niños, disfrutaban de los cocos fríos a la sombra de un palo, de los jugos naturales y los refrescos de un kiosco y de la comida confeccionada, principalmente, con carne de cangrejo autóctono.
Irizarry y Álvarez explicaron a Inter News Service (INS) cómo solo para hacer las empanadas de jueyes se necesitan varios meses y la colaboración de numerosas personas en un proceso tradicional con numerosas especificaciones.
Entre ellas, que para hacer, por ejemplo, 1,500 empanadas, los jueyes hay que empezar a comprarlos ya en mayo por varias razones: nunca se pueden adquirir tantos cangrejos de una vez salvo en el mes de “la corrida”, cuando hay más jueyes; en julio comienza la veda que impide su captura y venta; y su confección se realiza en elaboradas etapas.
Lo primero que se hace con la carne de jueyes para empanada es separar la “gordura”, que son los desechos orgánicos del propio cangrejo dentro del “carpacho” (caparazón), que “hay que limpiarla bien porque si no, sabe amargo, hay que saber diferenciar la hiel”, explican las organizadoras.
Entretanto, se monda la yuca, se le saca el agua, se filtra y se congela. Por otro lado se mezcla leche de coco, ajíes, pimientos, sazón, achiote y sin cebolla, para que no amargue el producto final.
Para trabajar la masa de las empanadas es necesaria la ayuda de hombres fuertes, se le añade nata de leche de coco y se les da forma en hojas de plátano.
También se sirven pastelillos de jueyes, arroz con jueyes y coco, salmorejo de jueyes y alcapurrias de jueyes utilizando técnicas artesanales y dos “burenes” tradicionales, aunque en lugar de usar las cáscaras de coco como carburante, ahora van a gas.
Y para el postre, entre otros, el famoso dulce de coco de Loíza, con rallado de coco, canela, vainilla, leche y azúcar puestos a fuego lento, con una ralladita de limón, y se bate, porque como insiste Irizarry, “la clave es el batir”.
También hay platos para los alérgicos a los mariscos, como el arroz con pollo, aunque en el fondo, todo es una excusa para “volver a ver la Loíza que todos anhelamos”, reitera Álvarez.
“Esto es un equipo de trabajo. Aquí se le da participación desde el más joven al más anciano. A todos se les asignan tareas”, explica la pastora Álvarez lo que se puede ver a simple vista: las meseras, los cantinero del kiosco sin alcohol y los cocos fríos, las cocineras, los jóvenes que asisten a los vehículos que van llegando para estacionar; todos se comportan como un grupo humano compenetrado, como la última selección española de fútbol.
“Aquí todo se decide por áreas, cada uno tiene su misión”, añade Irizarry.
El resultado: un ambiente familiar donde se respira tranquilidad “a pesar de lo que se dice de nuestro pueblo”, sostiene Irizarry lamentado los habituales titulares de prensa que destacan los asesinatos que continuamente laceran el bienestar de la antigua aldea de cimarrones.
Irizarry se enorgullece de que en el pueblo les digan que “siempre” tienen “un embeleco”, pero es que en Loíza existen “unas necesidades sociales que como iglesia tenemos que atender”.
Apuestan a la gastronomía para sanar a Loíza
Por Iñaki Estívaliz / Inter News Service
Loíza - La criminalidad se está comiendo en un festín sangriento a la juventud del pueblo de Loíza y para remediarlo, a unos pocos cientos de metros del tristemente conocido como “el cementerio de los jóvenes”, los miembros de la Iglesia Bautista de Medianía Alta proponen otro banquete, más sano, sabroso y nutritivo, de platos típicos confeccionados con jueyes.
Cada mes de julio, desde que hace 37 años la ahora octogenaria Enma Carrasquillo comenzara la tradición, la Iglesia Bautista celebra su gran jueyada popular para recaudar fondos para el mantenimiento de las instalaciones de la iglesia y para prestar servicios a la comunidad loizeña.
“Esta es una iglesia que se distingue por dar servicios a la comunidad”, defiende Modesta Irizarry, quien asegura que el objetivo principal de la jueyada, que atrae entre sábado y domingo a unas 2.000 personas, incluso turistas de EEUU o Colombia, que llegan expresamente para el ágape, es “ayudar a la comunidad en la problemática social del pueblo”.
La coordinadora de la actividad, Mayra Álvarez, anhela “que en Loíza volviera la relación de familia que siempre hubo. Antes, todo el mundo era familia. Esa relación se ha roto, por eso queremos llevar un mensaje de restauración y reconciliación, que vuelva la paz que por muchos años hubo”.
Para ello, ofrecen asesorías y conferencias a los jóvenes, realizan talleres de autoestima, de deportes y hasta de belleza, pero “con un enfoque cristiano”, matiza Álvarez, quien explica que también se ayuda económicamente a los más necesitados.
Este domingo, en un ambiente familiar, varios centenares de personas, entre ellas numerosos jóvenes y niños, disfrutaban de los cocos fríos a la sombra de un palo, de los jugos naturales y los refrescos de un kiosco y de la comida confeccionada, principalmente, con carne de cangrejo autóctono.
Irizarry y Álvarez explicaron a Inter News Service (INS) cómo solo para hacer las empanadas de jueyes se necesitan varios meses y la colaboración de numerosas personas en un proceso tradicional con numerosas especificaciones.
Entre ellas, que para hacer, por ejemplo, 1,500 empanadas, los jueyes hay que empezar a comprarlos ya en mayo por varias razones: nunca se pueden adquirir tantos cangrejos de una vez salvo en el mes de “la corrida”, cuando hay más jueyes; en julio comienza la veda que impide su captura y venta; y su confección se realiza en elaboradas etapas.
Lo primero que se hace con la carne de jueyes para empanada es separar la “gordura”, que son los desechos orgánicos del propio cangrejo dentro del “carpacho” (caparazón), que “hay que limpiarla bien porque si no, sabe amargo, hay que saber diferenciar la hiel”, explican las organizadoras.
Entretanto, se monda la yuca, se le saca el agua, se filtra y se congela. Por otro lado se mezcla leche de coco, ajíes, pimientos, sazón, achiote y sin cebolla, para que no amargue el producto final.
Para trabajar la masa de las empanadas es necesaria la ayuda de hombres fuertes, se le añade nata de leche de coco y se les da forma en hojas de plátano.
También se sirven pastelillos de jueyes, arroz con jueyes y coco, salmorejo de jueyes y alcapurrias de jueyes utilizando técnicas artesanales y dos “burenes” tradicionales, aunque en lugar de usar las cáscaras de coco como carburante, ahora van a gas.
Y para el postre, entre otros, el famoso dulce de coco de Loíza, con rallado de coco, canela, vainilla, leche y azúcar puestos a fuego lento, con una ralladita de limón, y se bate, porque como insiste Irizarry, “la clave es el batir”.
También hay platos para los alérgicos a los mariscos, como el arroz con pollo, aunque en el fondo, todo es una excusa para “volver a ver la Loíza que todos anhelamos”, reitera Álvarez.
“Esto es un equipo de trabajo. Aquí se le da participación desde el más joven al más anciano. A todos se les asignan tareas”, explica la pastora Álvarez lo que se puede ver a simple vista: las meseras, los cantinero del kiosco sin alcohol y los cocos fríos, las cocineras, los jóvenes que asisten a los vehículos que van llegando para estacionar; todos se comportan como un grupo humano compenetrado, como la última selección española de fútbol.
“Aquí todo se decide por áreas, cada uno tiene su misión”, añade Irizarry.
El resultado: un ambiente familiar donde se respira tranquilidad “a pesar de lo que se dice de nuestro pueblo”, sostiene Irizarry lamentado los habituales titulares de prensa que destacan los asesinatos que continuamente laceran el bienestar de la antigua aldea de cimarrones.
Irizarry se enorgullece de que en el pueblo les digan que “siempre” tienen “un embeleco”, pero es que en Loíza existen “unas necesidades sociales que como iglesia tenemos que atender”.
Caso del niño Lorenzo
Detective privado de la familia Cacho escribe libro sobre sus pesquisas en caso Lorenzo
jueves, 12 de agosto de 2010
02:43 p.m.
Iñaki Estívaliz / Inter News Service
El detective privado Milton Rodríguez, que contrató la familia de Ana Cacho, la madre de Lorenzo, el niño que murió en extrañas circunstancias el pasado marzo en Dorado en un caso aún sin resolver que sigue conmocionando a la opinión pública de Puerto Rico, ha escrito un libro contando las experiencias que vivió durante su investigación.
El libro, que será presentado la próxima semana y que se prevé esté en las librerías antes de que concluya agosto, pretende mostrar los pormenores de una controvertida investigación desde el punto de vista del investigador privado con la intención didáctica de explicar cómo trabaja un detective.
En “El caso Lorenzo: Las vivencias de un detective privado”, Rodríguez, ex policía y fundador de la compañía R.T. Security de seguridad e investigaciones, trata de dar “al lector la oportunidad de ponerse en la escena y que se puedan contestar muchas preguntas que tienen, que saquen sus propias conclusiones”, indicó hoy a Inter News Service.
“Quiero llevar al lector a la escena a través de mis ojos. La persona común no sabe los tecnicismos de cómo se trabaja una escena”, insistió Rodríguez, quien después de unos 40 días en el caso fue despedido por la familia Cacho, asegura, porque “a Doña Ivette (abuela de Lorenzo) no le gustó las teorías” que presentó el detective.
Según el investigador privado, las evidencias de sus pesquisas concluían que el crimen fue cometido por alguien que estaba en la casa y que era conocido por el niño y no, como quiere creer, o quiere hacer creer la familia, que el autor de los hechos era alguien ajeno que entró en la casa forzando una entrada. “Desde primera instancia lo primero que descarté fue la (la teoría de) casa forzada. Quien lo hizo estaba dentro de la casa, quien hizo lo que hizo fue alguien de la casa, no fue un intruso, eso no le gustó (a la abuela). Si hay que buscar a alguien, hay que buscarlo dentro de la casa. Quien asesinó a Lorenzo no fue un extraño”, insistió Rodríguez.
Rodríguez señaló que el libro no revela grandes claves desconocidas del caso, “no pretende resolverlo”, y que prácticamente todos los datos han sido ya difundidos por los medios, pero que se describen desde su perspectiva como profesional donde no hay “nada inventado”.
Entre otras cosas, Rodríguez se decidió a escribir el libro por “la desinformación” sobre “un caso triste pero bien interesante” que han provocado algunos medios de comunicación, especialmente programas de televisión que en su competencia por la audiencia han estado difundiendo “cosas que no son”.
“Al principio se empezó a criminalizar a Ana cacho sin oportunidad a defensa, luego la soltaron y ahora la están apretando otra vez”, expresó el detective, quien considera que la “competencia de algunos programas de televisión” les lleva a “llevarse la contraria y lo que dice uno; el otro dice lo contrario”.
Rodríguez, quien se tomó la resolución del caso como algo personal, sostuvo que su investigación contó con la dificultad de que sus propios clientes, los familiares de Lorenzo, no colaboraron en sus pesquisas: “nos dimos cuenta de que no recibimos nada de ellos. No nos dicen nada. Tuvimos que partir de la nada para llegar al todo”. El detective lamentó que en el levantamiento de las pruebas de la escena hubo “miles de irregularidades” desde el principio.
Los agentes no llevaban guantes ni el calzado protegido, con lo que se pudo contaminar el escenario. Esto se debió, según el investigador, a que la Policía normalmente se deja llevar por las primeras informaciones del caso, por “dejadez”, creando “confusión”.
“Si llaman diciendo que se cayó un niño de la cama, el guardia llega pensando que un niño se cayó de la cama y trata el caso como un accidente”, sostuvo Rodríguez. En el caso de Lorenzo, se recogieron las pruebas con los protocolos de un asesinato el segundo día, cuando ya la escena podía estar totalmente contaminada.
“Cuando se certifica que lo asesinaron, cambian los muñequitos, pero un objeto movido nunca regresa a su lugar de origen”, dijo Rodríguez. Entre otros detalles, el detective explica cómo la madre de Lorenzo cambiaba radicalmente en presencia de su madre, Ivette González.
“Ana es una muchacha dulce, llevadera, se puede compartir en confianza, pero en ocasiones no era así, cuando estaba la mamá era otra tipo de persona, rígida, de apariencias. Dentro de Ana viven dos personas diferentes, con la mamá era como una niña mal consentida”, dijo el autor.
El capítulo dos del libro se dedica a “La impertérrita figura de Ivette González, la matriarca”; el tercero, al “Enigma del cuarto, el vídeo de Ana Cacho, la aparición de la cuchilla y la puerta forzada”; el cuarto, a las “Teorías, huellas y vídeos”; el quinto, a los excesos alcohólicos del abogado de la familia y ex fiscal; y el sexto, al “Caso de las dos botellas de cerveza y los escalofriantes récords médicos”.
El capítulo séptimo se titula “Los borrachos, la confesión y el palo de golf”; el octavo se llama “El abrupto fin de un trabajo para hacer justicia; y los últimos epígrafes llevan por encabezado: “¿Quién mató a Lorenzo?”, “Teorías sobre el crimen”, “El trabajo en una escena criminal” y “La labor del investigador privado”.
“Cuando me contrataron para trabajar en el caso Lorenzo no pensé en escribir un libro, pero ya en la marcha de la investigación me di cuenta de detalles que poco a poco tenían todos los elementos necesarios para contar una historia digna de ser publicada. Este libro contiene engaños, amor, lealtad, traición, rebeldía y manipulación”, narra el detective en las primeras páginas del libro.
jueves, 12 de agosto de 2010
02:43 p.m.
Iñaki Estívaliz / Inter News Service
El detective privado Milton Rodríguez, que contrató la familia de Ana Cacho, la madre de Lorenzo, el niño que murió en extrañas circunstancias el pasado marzo en Dorado en un caso aún sin resolver que sigue conmocionando a la opinión pública de Puerto Rico, ha escrito un libro contando las experiencias que vivió durante su investigación.
El libro, que será presentado la próxima semana y que se prevé esté en las librerías antes de que concluya agosto, pretende mostrar los pormenores de una controvertida investigación desde el punto de vista del investigador privado con la intención didáctica de explicar cómo trabaja un detective.
En “El caso Lorenzo: Las vivencias de un detective privado”, Rodríguez, ex policía y fundador de la compañía R.T. Security de seguridad e investigaciones, trata de dar “al lector la oportunidad de ponerse en la escena y que se puedan contestar muchas preguntas que tienen, que saquen sus propias conclusiones”, indicó hoy a Inter News Service.
“Quiero llevar al lector a la escena a través de mis ojos. La persona común no sabe los tecnicismos de cómo se trabaja una escena”, insistió Rodríguez, quien después de unos 40 días en el caso fue despedido por la familia Cacho, asegura, porque “a Doña Ivette (abuela de Lorenzo) no le gustó las teorías” que presentó el detective.
Según el investigador privado, las evidencias de sus pesquisas concluían que el crimen fue cometido por alguien que estaba en la casa y que era conocido por el niño y no, como quiere creer, o quiere hacer creer la familia, que el autor de los hechos era alguien ajeno que entró en la casa forzando una entrada. “Desde primera instancia lo primero que descarté fue la (la teoría de) casa forzada. Quien lo hizo estaba dentro de la casa, quien hizo lo que hizo fue alguien de la casa, no fue un intruso, eso no le gustó (a la abuela). Si hay que buscar a alguien, hay que buscarlo dentro de la casa. Quien asesinó a Lorenzo no fue un extraño”, insistió Rodríguez.
Rodríguez señaló que el libro no revela grandes claves desconocidas del caso, “no pretende resolverlo”, y que prácticamente todos los datos han sido ya difundidos por los medios, pero que se describen desde su perspectiva como profesional donde no hay “nada inventado”.
Entre otras cosas, Rodríguez se decidió a escribir el libro por “la desinformación” sobre “un caso triste pero bien interesante” que han provocado algunos medios de comunicación, especialmente programas de televisión que en su competencia por la audiencia han estado difundiendo “cosas que no son”.
“Al principio se empezó a criminalizar a Ana cacho sin oportunidad a defensa, luego la soltaron y ahora la están apretando otra vez”, expresó el detective, quien considera que la “competencia de algunos programas de televisión” les lleva a “llevarse la contraria y lo que dice uno; el otro dice lo contrario”.
Rodríguez, quien se tomó la resolución del caso como algo personal, sostuvo que su investigación contó con la dificultad de que sus propios clientes, los familiares de Lorenzo, no colaboraron en sus pesquisas: “nos dimos cuenta de que no recibimos nada de ellos. No nos dicen nada. Tuvimos que partir de la nada para llegar al todo”. El detective lamentó que en el levantamiento de las pruebas de la escena hubo “miles de irregularidades” desde el principio.
Los agentes no llevaban guantes ni el calzado protegido, con lo que se pudo contaminar el escenario. Esto se debió, según el investigador, a que la Policía normalmente se deja llevar por las primeras informaciones del caso, por “dejadez”, creando “confusión”.
“Si llaman diciendo que se cayó un niño de la cama, el guardia llega pensando que un niño se cayó de la cama y trata el caso como un accidente”, sostuvo Rodríguez. En el caso de Lorenzo, se recogieron las pruebas con los protocolos de un asesinato el segundo día, cuando ya la escena podía estar totalmente contaminada.
“Cuando se certifica que lo asesinaron, cambian los muñequitos, pero un objeto movido nunca regresa a su lugar de origen”, dijo Rodríguez. Entre otros detalles, el detective explica cómo la madre de Lorenzo cambiaba radicalmente en presencia de su madre, Ivette González.
“Ana es una muchacha dulce, llevadera, se puede compartir en confianza, pero en ocasiones no era así, cuando estaba la mamá era otra tipo de persona, rígida, de apariencias. Dentro de Ana viven dos personas diferentes, con la mamá era como una niña mal consentida”, dijo el autor.
El capítulo dos del libro se dedica a “La impertérrita figura de Ivette González, la matriarca”; el tercero, al “Enigma del cuarto, el vídeo de Ana Cacho, la aparición de la cuchilla y la puerta forzada”; el cuarto, a las “Teorías, huellas y vídeos”; el quinto, a los excesos alcohólicos del abogado de la familia y ex fiscal; y el sexto, al “Caso de las dos botellas de cerveza y los escalofriantes récords médicos”.
El capítulo séptimo se titula “Los borrachos, la confesión y el palo de golf”; el octavo se llama “El abrupto fin de un trabajo para hacer justicia; y los últimos epígrafes llevan por encabezado: “¿Quién mató a Lorenzo?”, “Teorías sobre el crimen”, “El trabajo en una escena criminal” y “La labor del investigador privado”.
“Cuando me contrataron para trabajar en el caso Lorenzo no pensé en escribir un libro, pero ya en la marcha de la investigación me di cuenta de detalles que poco a poco tenían todos los elementos necesarios para contar una historia digna de ser publicada. Este libro contiene engaños, amor, lealtad, traición, rebeldía y manipulación”, narra el detective en las primeras páginas del libro.
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