lunes, 23 de agosto de 2010

Orozco

Cantante Antonio Orozco busca conquistar el mercado de EE.UU. "con corazón"
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21/05/2007 - 20:40(GMT)

Iñaki Estívaliz San Juan, 21 may (EFE)- El cantante español Antonio Orozco se propone conquistar el mercado hispano en los Estados Unidos con su nuevo disco, Cadizfornia, echándole mucho "corazón" a la promoción, con "humildad" y "constancia".


Ese mercado "responde bien si se cree que lo que estás haciendo lo haces con corazón y con constancia. Y cada dos o tres meses hay que venirse para acá y tratar a todo el mundo con humildad", sostuvo el cantante en entrevista con Efe.

Orozco, de 33 años, tuvo el primer contacto con el mercado hispano "por casualidad".

Un médico puertorriqueño escuchó en un taxi español su canción "El viaje", de su segundo disco, "La semilla del silencio" (2002), se lo compró y se lo trajo a un amigo que resultó ser programador de radio y que comenzó a emitirlo en Puerto Rico.

Ese mismo año, "sin multinacional, con una compañía nacional", consiguió dos números uno en las listas puertorriqueñas y en un segundo viaje que realizó a la isla le "dieron el Premio Tu Música a la mejor canción".

Así comenzó una relación especial del cantante con la isla caribeña, que ha visitado en nueve ocasiones, y que está muy vinculada con sus colaboraciones con el cantante colombiano Juanes, de quien se ha presentado como telonero en dos ocasiones en Puerto Rico, tres veces en California y otra en Nueva York.

El cantante promociona su cuarto disco, Cadizfornia, que "es como un diario de viajes, como un libro de bitácoras" que escribió durante la gira del disco anterior, en el que "contaba las cosas según estaban pasando. Mi parte inteligente, si la tengo, no intervenía, aunque también hablo de mí y de mi vida".

Eligió ese título porque sus cuatro discos de estudio los había grabado en Cádiz, España, y porque el primer concierto que ofreció de su disco anterior, "El principio del comienzo" (2004), fue en esa provincia, mientras que el último fue en California.

Asegura que está "más feliz que unas pascuas", porque aunque no es millonario en ventas ha conseguido vender entre 200.000 y 250.000 copias de cada disco.

Orozco se crió escuchando los discos de flamenco de su padre, entre los que ocupaban un lugar destacado Enrique Morente, los Carmona o Camarón.

Trabajaba como programador informático y daba conciertos en bares cuando se dio cuenta de que sus canciones gustaban.

"Yo cantaba porque no sabía decir las cosas de otra manera", pero se tuvo que "auto-convencer" de que valía antes de dejar el trabajo cuando grabó su primer disco, "Un reloj y una vela" (2000).

Con su tercer álbum, "El principio del silencio" (2004), firmó con Universal Music y comenzó oficialmente su carrera internacional.

Inseparable de su guitarra flamenca, si lo ponen en el compromiso de elegir entre grabar salsa o reguetón, elige las bulerías (palo del flamenco), porque de esos ritmos caribeños dice no saber nada, y apunta: "Zapatero a tus zapatos".

Lo suyo es el "rock aflamenca'o" con influencias de los grupos españoles Alameda, Pata Negra, Triana o el Último de la fila.

Que su música sea romántica "es una cuestión de ciclos". Después de haber trabajado en África, Europa y América dice estar en "un periodo más rebelde, más contestatario".

"Se da uno cuenta de que hay que decir las cosas como uno las ve y no como a uno se las cuentan", señala Orozco.

Sin embargo, defiende que "si todo se hiciera pensando en la filosofía del amor todo sería mejor, romanticismos aparte".

El próximo domingo regresará a Barcelona para continuar su gira por España, en octubre tiene confirmados conciertos en Buenos Aires y San Juan, y está ultimando los contratos para presentarse en Miami, Nueva York, Bogotá y México. EFE ie/ma/ap (con fotografía)

Terra/EFE

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